Friday 15 March 2019

Luego sigo con más

Ahí que voy. Ay que voy. Hay tema que voy.
Esoquidice "de perdidos al río". Ya que está de moda odiarme o llevarme la contraria, no voy a dejar de aprovechar esta posición de odiada para hablar con sinceridad.
¡No vaya a ser que tengamos todas que pensar lo mismo porque queremos ser iguales!

Quiero empezar por eso. ¿Iguales?

- En mi opinión: NO SOMOS IGUALES. A nivel conceptual, ni iguales que los hombres, ni iguales entre nosotras, ni iguales entre gemelas ni nada de nada. Se bombardea con campañas de marketing de "Tú eres única" pero no, nosotras que-re-mos ser i-gua-les. (emoticono de alucine)
Por supuesto que no somos iguales que los hombres.
En muchísimos aspectos, pero el más concreto: nosotras nos podemos quedar embarazadas.
Si, eso es así. Es lo que la vida nos ha dado. Luego ya es DECISIÓN TUYA el querer quedarte embarazada o no. Pero la naturaleza nos diferencia de los hombres así. Y así es.
Nosotras tenemos unos ovarios y un hueco dentro de nuestro cuerpo que puede crecer y mucho, para dar algo tan maravilloso como la vida no solo a una persona más, sino a dos, tres, cuatro, cinco...y a saber cuántas vidas en un solo embarazo!
Así que OBVIAMENTE, iguales NO somos.
Y sorpresa: ¡no pasa nada!

Dile tú a una madre de sextillizos, después de dar a luz a 6 hijas, que es igual que su marido.
Y dile que ella tiene que ser feminista y tiene que estar de acuerdo con ser igual que su marido (llámalo pareja o llámalo como prefieras).
ELLA TIENE QUE SER IGUAL (propaganda) que su marido. Y tiene que gritarlo. ¿Se impone así no?

Ella le querrá mucho y agradecerá a todos los dioses habidos y por haber, que su marido esté a su lado ayudándole en tal hazaña sextilliza. Pero no le quites nada para ponerla al mismo nivel que un hombre. ¡A quién se le ocurre! Ni mejor ni peor, DIFERENTE.
Con lo bueno, lo malo, lo regular, lo agotador, lo sacrificado, lo invisible o lo gratificante; pero diferente. No igual; por supuesto que no. Y mucho menos hacer propaganda de ello.

Y luego vuelvo con el tema de la maternidad.

- Entiendo fácilmente que el tema de "Queremos ser iguales que los hombres" es un buen slogan. Breve, directo, conciso, propaganda... No te vas a poner a soltar estas escrituras aburridísimas que suelto yo para explicar tu lucha feminista en más de una palabra!
Entiendo que bueno, pues tú notas que vives en una situación injusta respecto a los hombres, y hablas de igualdad porque es lo que escuchas y lo que crees que necesitas.
Pero en mi opinión, realmente, no sirve de nada.
Primero por lo que he comentado, a nivel de nuestra constitución, no somos iguales.
Y segundo, porque a nivel de Constitución, sí lo somos.
Es decir, una cosa es que no seamos iguales físicamente, y otra cosa es que queramos ser iguales de cara al Estado de Derecho. Y esto es lo importante para dirigir bien tu lucha a favor del feminismo.

El estado de derecho, como bien sabes, es la estructura legal que nos ayuda a vivir en sociedad. Lo que viene siendo, un poco de orden para que no estemos todos asilvestrados y hagamos lo que nos de la real gana (aunque parezca que eso es libertad), nos matemos vivos, destruyamos las creaciones de los demás, entorpezcamos la supervivencia de otros, podamos vivir en progreso y armonía, etc.
El estado de derecho busca básicamente proteger nuestras vidas y nuestra convivencia como sociedad.
Si estuviese yo sola en este planeta, igual no necesitaría ningún estado de derecho, porque se llamaría..."rutina", por ejemplo.

El artículo 14 de la Constitución española dice tal que:

"Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".

IGUALES ANTE LA LEY "Sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de...sexo" dice la Constitución.
Por lo tanto, por un lado, la ley define como ilegal la desigualdad entre hombres y mujeres. ¿No?

Si tenemos una ley que lo asegura, el siguiente paso, entiendo yo, es asegurarnos que esa ley que nos confirma que somos iguales ante la ley, se ponga en práctica.

Por lo tanto, la clave está en LUCHAR CON LA Constitución EN LA MANO, identificar todas esas situaciones prácticas en las que las mujeres (porque estamos hablando de mujeres ahora) sufren una situación de desigualdad. Yo no creo que haya mejor arma de lucha contra las injusticias ahora mismo. ¡La Ley te protege! 

Ejemplo: si en una empresa existe diferencia de salarios entre mujeres y hombres que realizan el mismo tipo de trabajo, no es asunto mío gritarlo a los cuatro vientos! Es asunto de estas mujeres, que con la Constitución en la mano y asesoradas por abogadas expertas, hablen/negocien de la mejor manera posible, con el departamento legal de su empresa.

Para mi, es sin duda el primer paso a seguir.
El siguiente avance en este mismo camino (ya a otro nivel), sería por ejemplo analizar cómo agilizar los procesos judiciales de este tipo. Es decir, si todas las pymes españolas empiezan a registrar denuncias por diferencias salariales entre mujeres y hombres; se nos colapsa el sistema judicial ya de por si colapsado!
Uno de los problemas de la justicia española, yo no creo que sea tanto una cuestión de las leyes, la Constitución ni cambiarla o no, sino la lentitud, el arduo trabajo o pesadísima maquinaria para agilizar y conseguir la aplicación PRÁCTICA de la TEORÍA de la ley. (lo he dicho millones de veces).


Si nos ponemos a rizar el rizo, ¿qué más puede pasar? Que esta amable Constitución (La Viva la Pepa), redactada en 1978, utiliza "los españoles" y la palabra "sexo", cuando realmente se podría utilizar "Los españoles y las españolas" y sustituir el término "sexo" por "género". Por ejemplo.
Pero desconozco si esta manera de estar redactada la ley impide de manera masiva su correcta aplicación a luchas abiertas en la actualidad.
(para la minoría de transexuales -no se si es la palabra idónea a utilizar- creo que es necesario dedicar algo más específico y de detalle que este post en este blog. Maria o Mario).

En resumen: el artículo 14 de la Constitución española nos considera a TODAS y TODOS como iguales ante la ley. En nuestro estado de derecho. Y cualquier camino por la igualdad, debe avanzar por el paso de la vía judicial, con la ley en la mano. Esa es mi humilde opinión.


Dejando de un lado el derecho, volvamos al instinto maternal. Dejemos los códigos legales y volvamos al día a día. A casa, al hogar, a lo cotidiano.
Por ejemplo, si tuvieses que imaginarte un prototipo de madre española, ¿cómo la definirías?
Maternal, atenta, familiar, involucrada con sus hijas e hijos, preocupada, a veces intensa...

¿Es el machismo un movimiento que tiene su origen en el macho; o en lo que la mujer le deja dejar de hacer?

No te sulfures. No malinterpretes lo que digo. Reflexiónalo, por favor.

La raíz de cualquier cambio, y del feminismo en cuestión, empieza por hacer un examen de auto crítica. Desde la propia mujer, hacia otras mujeres.

"Quita que ya lo hago yo". 

Podría terminar este texto con esta frase típica de madre, que parece sacada de la nada, pero ay, ¡cuánto cambia!
Creo que es uno de los pilares y arranques más importantes del cambio del feminismo en España. "Quita que ya lo hago yo". "Es que si yo no lo hago, nadie lo hace".
"Entre unos y otros, la casa sin barrer".
Saber delegar. No, no quites y lo hagas tú. Que lo haga el gandul de tu hijo que lleva 4 horas seguidas jugando a la play station.
Si, está claro que mi madre pasa la aspiradora muchísimo mejor que yo. Pero si no delega en mi eso de pasar la aspiradora en SU CASA, yo seguiré en mi mundo de dibujos, de lectura o de karikakos.

En vez de igualdad, yo me centraría en: COMPLEMENTARIAS. La complementariedad. Ser complementarios. Te organizas de manera justa y la pareja de mujer y hombre se complementa. La mujer no es igual que el hombre, ni el hombre igual que la mujer, pero la unión complementaria encaja a la perfección.
Como el ying y el yang.
Esa es mi teoría, siempre ha sido mi teoría de vida. Menos propaganda y más realidad.
Ahora no me hagas abrir un consultorio y me tenga que convertir en la Marie Kondo de la filosofía que muero!

Y sinceramente, por favor, mejor no le llames microfeminismo, porque conseguimos el efecto contrario en la imagen del feminismo, por pesadas.

Llámalo anti machismo en casa, por ejemplo.


Desnudo de Mujer - Joaquín Sorolla











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