Wednesday 26 April 2017

Disciplina?

"Calzos Amsterdam Juliet Romeo Parking 1"
"¡Copiado!"

Y así arranca la operación del avión en el quirófano del aeropuerto.

Los calzos son los "pesos"/topes que fijan las ruedas del avión, y marcan el inicio y final del tiempo de escala: los minutos durante los cuales un coordinador de vuelo tiene que asegurarse de que todos los agentes que operan en el avión, lo hacen en el tiempo exigido por la compañía aérea.
Puede ser desde un total de 50 minutos en el caso de las aerolíneas con presupuestos holgados, hasta 25 minutos para las low cost. Un auténtico encaje de bolillos en el que se necesita cuanto menos, magia!

Menos de media hora para: desembarcar todos los pasajeros, descargar maletas, cargar las nuevas, "limpiar", cambio de tripulación en algunos casos, llenar combustible, embarcar nuevos pasajeros, comprobar y confirmar que el peso del avión está distribuido correctamente, hacer un chequeo final con el comandante, cerrar puertas, retirar el finger, y colocar de nuevo la aeronave lista para entrar en pista y al aire.

Aquí tenéis un par de vídeos que ilustran muy bien lo que escribo:

"The life of a Flight Dispatcher" https://youtu.be/gB3x0TzSSvg

"Airside Action" https://youtu.be/AOa_dFne3Iw

En esta labor me encuentro inmersa las últimas casi 4 semanas; después de un curso de otras 3 semanas el año pasado por estas fechas.
"El trabajo de las millones de pequeñas cosas" como me dijo el compañero Carlos, alias "Charlie".

La verdad es que el puesto en sí no me puede encajar mejor. Moviéndome de un lado para otro, gestionando un tema, el otro, tratando con gente diferente...y la dinámica y la energía que se mueve en el aeropuerto, engancha. Me encanta salsear. Y entre aviones, más.

El caso es que entre todas esas millones de pequeñas cosas de las que habla Charlie, existen muchos agentes diferentes involucrados. Unos cooperan más, otros algo menos. En el post de hoy voy a dedicar unas poquitas líneas a algunos de ellos:

Arrancamos con los grandes pasajeros del IMSERSO (personas mayores) que podrían compararse con los "empollones"de la clase, quitando la connotación negativa.
Un auténtico éxito como pasajeros, señoras y señores! Facturan con paciencia sus maletas, sin miedo a tardar unos minutos más en el aeropuerto de destino, acuden con tiempo a la puerta, obedientes se colocan en fila con la tarjeta de embarque + su documento de identificación + su ligero equipaje de mano que se reduce a un bolso o mochila, y la merienda de fruta para el vuelo.
Mari Carmen, dignos de aplaudir.
Así, el embarque fluye dulcemente y facilita de forma asombrosa la labor de las alrededor de 40 personas que trabajan directamente en ese vuelo en concreto.

Por otro lado, el equipaje de mano. Son esos alumnos que siguen haciendo preguntas cuando ya ha sonado la campana y todo el mundo quiere irse a casa. Un grano en el culeiro.
Un día alguien va a creerse en el derecho de indignarse cuando no le dejen llevar el salón de su casa como "hand luggage"!
Eso, o llegará un día en el que no sólo se medirá las dimensiones de las maletas, sino el peso también. Porque...si eso que veo pasar delante de mis ojos son 7kg, entonces yo me he conseguido convertir en una vegetariana de pro! Ejem Ejem...

Y por último, "last but not least", los compañeros de rampa. En mi opinión, los cracks de la clase. Cumplen divertidos y profesionales todas sus funciones, que no son pocas: bajar maletas, subir maletas, meterse dentro de la bodega del avión para organizarlas, contarlas y vigilar que no falta ninguna, conducir los tractores que mueven los aviones marcha atrás, cargar importantes pesos, generador de electricidad "pa'lante y pa'trás", ayudan, animan, sonríen...
A mi la verdad, tenerles alrededor me alegra, tranquiliza y da seguridad.

Como veis, entretenidos estamos con tanta actividad.
No es nada fácil conseguir que los aviones cumplan todos los requisitos dentro del tiempo y normativa, todo para que podamos volar a precios lo más asequibles posible.
Y tengo entendido que las condiciones han cambiado mucho a lo largo de los años, pero no creo yo que la carga de trabajo haya disminuido...sino más bien al revés!
Lo de siempre, tanto por tan poco.

De ahí que el objetivo de este post sea por un lado compartir los nuevos aprendizajes de este mes, y también resumir en pocas palabras la cantidad de pequeños movimientos que existen en la sombra de un avión para que éste vuele grandes distancias.

Si lo que veo en el aeropuerto no es trabajo en equipo, apaga motores que me bajo!

Bueno, hasta otro día,

Sofia.



Presentación bloggera de mi primer libro I

Arrancamos la semana con un lunes lluvioso y gris en Getxo, tras haber pasado un fin de semana de vagancia total y absoluta. Creo que el hec...