Sunday 5 May 2019

SMS al Festival Ultra

¿A cuánto se subasta el miedo?

Ya que los últimos artículos que he escrito aquí han ido de pequeños negocios y de política, ¿seremos capaces de calcular a cuánto se vende el miedo?

No es que esté considerando el miedo como un producto de mercado, sino que lo doy por supuestísimo.

Solo me faltaría cuantificar cuál es su precio de venta al consumidor.

Igual si hago el esfuerzo de comercializar el miedo en un conjunto de palabras aquí hiladas, igual sale el sol entre tanta nube negra. O igual me puedo tomar un txakoli con melodías maravillosas de fondo y ninguna psicóloga o psiquiatra camuflada analizando cada microsegundo de mis movimientos. Por ejemplo.


El miedo a la ultra derecha. Es ahora mismo uno de los productos más rentables del mercado.
Vamos, que yo si tuviese liquidez creo que me ponía larga a corto para vender corto a largo.

Comprar el miedo a la extrema derecha es fantástico! ¡Es la última moda!
Bueno, hay muchas modas de esas. Pero como hoy es el día de la madre, hay descuento por elecciones, está el business on fire.

Si no odias a Vox en España, no eres el más cool del terraceo.
Y ser el o  la más cool de la terraza se cotiza tan alto que puntua triple y estas a 10 seguidores de que no tengas que pagar la ronda de la tarde. #chollazo

Y ojo, porque además de comprarlo barato amigo barato y de puntuar triple en el ranking de cooloness; además, estas salvando el culo a todas las ONGs y mafias que se dedican al mercado de la inmigración. (Bueno, ya con el kit de mafias puntúas altísimo en el terraceo del festival de Cannes).
También estas salvando a las asociaciones de LGTBI que se llenan los bolsillos alimentando una homofobia que ya hemos superado y madurado como sociedad; y puestos a ello en el business del siglo, también ayudas al nacionalismo vasco porque igual, solo igual, después de siglazos con nuestro cupón de descuento vasco, alguien hace el triple salto mortal y de repente como por arte de magia, hace desaparecer algo tan vasco como el árbol de Gernika.

Está guay, porque desde la terraza, degustando  una tarta de queso con un patxaran, estas jugando a Wall Street mientras te marcas los puntos de coolness por ser anti Wall Street.
¿Cómo voy a venir yo a quitarte ese chollazo? Menuda rara loca soy. Claro. Es (y soy) parte del chollo. Todo vale para apuntarse tantos de monopoly creyendo que son quilates de rubí.

Ojo, que si quieres montar un Bet365 vendiendo el producto "Miedo" (SMS "Miedo" al 555) y te forras, bien por ti. No seré yo quien te lo quite.
Pero si seré yo quien te venga a decir que estas haciendo unas trampas que nos joden la vida a todos los demás.
Si vendes miedo, estas vendiendo miedo. Y no me vengas diciendo que vendes abrazos solidarios, que vendes crowdfunding para liberar a unos emprisionados, no me vengas diciendo que Amancio Ortega es un ladrón, ni me hagas comprar que las mujeres somos un producto o servicio con el que el feminismo comercializa.

Dime que vendes miedo, DI QUE VENDES MIEDO.
¿Tienes miedo de decir que vendes miedo?
Joder, pues no hay forma de ver el éxito en tu negocio.
La contradicción más ultra jamás vista en la historia de la humanidad.
Si Marco Polo levantase cabeza... Me llamaría para que escribiese en Karikakos o que lanzase un tweet que de carnaza a la terraza de los coolones. 
Ah no, espera, que esto no es serio. 
Pero una pelicula como La Purga sí es seria.
Fanta-stique.


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