La falsedad

Ojalá una sociedad de personas fieles a sus principios. Esas personas coherentes, consecuentes, que no temen negarse a algo porque va en contra de sus principios, no temen decir la verdad, naturales y espontáneas; que no buscan el like de los demás en la vida real. 

Tenía ganas de compartir esta pequeña reflexión, aunque la verdad que no consigo hacerlo sin ningún tipo de gracia o creatividad de escritura. 

Estaba pensando en hacer un poema "súper loco" de los míos, pero nada, no sale nada interesante. 

Es que estoy hasta el gorro de la gente falsa. Concretamente (o croqueta-mente, jojojojo) de gente que alardea de una espiritualidad top, religiosidad rigurosa o vida plena; y sin embargo a la hora de la verdad, son los primeros donde todo se descascarilla; y la verdadera cara aparece detrás de la falsedad o el bienquedismo. 

La teoría que queda muy bien en el escenario social, pero la práctica cotidiana que se llena de verrugas.

El escaparate está bien tenerlo atractivo para los potenciales clientes, pero al final el negocio dónde está? Dentro. 

No sé si me estoy explicando ni bien. Es que me parece tan obvio y evidente, que lo resumiría en una frase modo tweet, pero en el fondo quiero darle cierto salto de importancia viniendo a Karikakos a compartir reflexiones sueltas.

Como ahora está tan de moda el aparentar más que el ser de verdad, me cansa que se cuelen durante más tiempo de la cuenta personas que me venden una bondad o una plenitud espiritual que con el tiempo se demuestra que tiene muchísimo más de maldad, competitividad o envidia; y bien poco de ese código de valores colgado en el escaparate. Una falta de coherencia brutal, que contradice todos esos principios tan top súper top.

¿No prostituyes tu cuerpo por dinero pero prostituyes tu alma a cambio de qué? ¿De la aceptación social? ¿Más followers? ¿Parecer cool? ¿Del afán de protagonismo? ¿El capricho exagerado? No lo sé la verdad.

¿Llegará el día en el que la mayoría de las personas (igual es más la sociedad española) que no vean la vida como una competición con los demás sino con la mejor versión de uno mismo?

El tiempo pone a cada uno en su sitio.

Dime de qué presumes y te diré de qué careces.

No es oro todo lo que reluce.

Dicen que todos los refranes españoles se pueden acabar con "patada en los cojones".

Creo que mejor sigo otro día cuando la inspiración baile dentro de mi!

Buenas noches!

Sofi.