La directora sigue adelante con sus votaciones para quitar el recreo.
Como ella es la que manda en el colegio, ella sabe qué alumnos hay, ella les pone en unas listas, les organiza en unas cajas que ella va a contar luego, y será ella la que anuncie el resultado de lo que han querido los alumnos.
Algunos de ellos, que adoran y aman su recreo, lloran tristes por no entender tal idea que se le ha ocurrido a esa señora.
Otros participan activamente en que no les quiten el recreo. Montan reuniones y convencen a otros alumnos para votar que no se elimine el recreo.
Pero si es la directora la que ha montado esa votación porque ella quiere eliminar el recreo, ¿no hará ella lo que quiera con las elecciones?
No hay ninguna persona objetiva que supervise esa votación y asegure que se han cumplido algunas reglas básicas para dar por válida esa votación y la decisión de eliminar el recreo.
"Pues mi madre tiene una empresa, y cuando necesita hacer encuestas para ver cómo puede vender mejor, contrata a unos chicos que le organizan todas las preguntas, los datos y los resultados"
La directora no quiere organizar las votaciones de ninguna otra forma más que la que ella tiene en su cabeza y sin nadie que vigile que se hagan las cosas bien.
Los niños se van a quedar sin recreo y encima son unos quejicas por pedirlo.
S.
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